Fuente: Expansión.com/Opinión publicado el 17-12-2009, por G. Escribano
El viernes se cierra la Cumbre del Clima que ha tenido al mundo en vilo durante dos semanas. Las pocas posibilidades de que se firme un tratado marcan el tramo final sin que se despeje la era poskioto.
Ya no hay vuelta atrás. El viernes se cierra la Cumbre de Copenhague y todo apunta a que no habrá acuerdo internacional vinculante para hacer frente a los rigores del cambio climático. El calentamiento global es ya una de las mayores preocupaciones de las grandes empresas: el 83% comunica sus emisiones y el 51% especifica objetivos de reducción de emisiones para los próximos años, según el Carbon Disclosure Project 2009. Sin embargo, para entender lo que ha ocurrido y lo que puede pasar esta noche, el momento clave de la reunión internacional, es necesario aclarar algunos aspectos.
• ¿Qué se ha celebrado en Copenhague?La XV Conferencia Internacional sobre el Cambio Climático (COP15) pretende alcanzar un acuerdo global que apruebe y ratifique las medidas necesarias para sustituir el Protocolo de Kioto, que caduca en 2012. El objetivo es la firma de un pacto internacional que obligue a los países a reducir las emisiones de gases contaminantes y, por lo tanto, ralentizar los efectos del calentamiento global.
• ¿Quién ha participado en la cumbre?Alrededor de 20.000 delegados y expertos de los 192 países que forman la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (Cmnuc). Destacan, por su peso político, los jefes de Estado y de Gobierno de la zona euro, EEUU, China o India. Durante las negociaciones, han estado divididos en varios bloques: por un lado, los países de la UE, que han asumido el liderazgo de la lucha contra el calentamiento global y quieren la firma de un pacto.
Por otro lado, China y EEUU, que no buscan un acuerdo internacional que les obligue a modificar su planes de reducción de emisiones. En otro grupo, los 131 países del G-77 bloquearon las negociaciones: acusaban a los países desarrollados de no querer firmar un tratado que iba a afectarles económicamente. Consideraron que la cita internacional no ha tenido en cuenta la importancia de renovar los compromisos vinculantes cuando expire Kioto.
• ¿Cómo afectará a los negocios? En última instancia, todo depende de lo que se firme esta noche, si es que se llega a un acuerdo. Sin embargo, parece que las compañías europeas seguirán afectadas por la regulación que nace del plan 20/20/20: recortar las emisiones de dióxido de carbono (CO2) en un 20%, mejorar la eficiencia energética en otro 20% y que el 20% de la energía que consume proceda de fuentes renovables en 2020. El problema surgirá si, a última hora, en Copenhague, se llega a un compromiso, porque Europa tendrá que elevar el 20% a un 30%.
De esta manera, la incertidumbre planea sobre la industria que se ha desarrollado al calor del cambio climático y que incluye a las compañías de energías renovables, los negocios relacionados con el mercado del carbono o las consultoras especializadas en sostenibilidad. Cualquier acuerdo afectará a todos los sectores de la economía, porque las empresas tendrán que reducir emisiones y ser más eficientes energéticamente.
• ¿Cuándo se firmará un acuerdo internacional?Si la jornada de el viernes fracasa en la capital danesa, la incertidumbre será preocupante: habrá que esperar a la COP16, que se llevará a cabo el año que viene en México. El descalabro de Copenhague puede costar unos 350.000 millones de euros para recuperar el tiempo perdido y volver a la trayectoria inicial, según los datos de la Agencia Internacional de Energía (AIE).
• ¿Por qué es necesario?Porque el planeta puede permitirse, sin llegar al desastre social, natural y económico, unas emisiones de 7 gigatoneladas. Para evitarlo, los países desarrollados tienen que reducir su contaminación un 30% en 2020 y un 50% en 2050, respecto a la que había en 1990.
• ¿Cuál es la posición de España?España apuesta por un acuerdo en Copenhague, porque va en línea con las pretensiones del Gobierno de liderar la lucha contra el cambio climático durante la presidencia española de la UE en 2010.
Incertidumbre en la recta finalLa jornada de jefes de Estado estuvo el jueves marcada por las dudas sobre el futuro de la Cumbre del Clima. Ni siquiera la presencia del norteamericano Barack Obama consiguió desbloquear las negociaciones, que el viernes alcanzarán el final del viaje. Los ministros se han esforzado los últimos días para elaborar un texto que pueda ser ratificado por los líderes, pero hasta el momento, han fracasado en sus intentos por salvar las diferencias sobre cuánto deben hacer los países industrializados y los emergentes para reducir las emisiones de dióxido de carbono.
Mientras tanto, la propuesta danesa de dividir las negociaciones en grupos más pequeños para acelerar los avances se encontró con la oposición de los países pobres, apoyados por China.
El tablero de juego• EuropaLos países de la UE ejercen el liderazgo en la mitigación del cambio climático. Desde el principio, han buscado un acuerdo internacional. Bruselas mantendrá el plan 20/20/20 pase lo que pase.
• EEUUWashington tiene su propio plan de reducir las emisiones un 17% respecto a las de 2005 y ninguna intención de firmar un pacto en Copenhague: su programa todavía tiene que pasar por el Congreso.
• ChinaPekín también tiene su programa, pero se niega a que la reducción de las emisiones sea obligatoria y de verificación independiente por parte de algún organismo internacional.
El viernes se cierra la Cumbre del Clima que ha tenido al mundo en vilo durante dos semanas. Las pocas posibilidades de que se firme un tratado marcan el tramo final sin que se despeje la era poskioto.
Ya no hay vuelta atrás. El viernes se cierra la Cumbre de Copenhague y todo apunta a que no habrá acuerdo internacional vinculante para hacer frente a los rigores del cambio climático. El calentamiento global es ya una de las mayores preocupaciones de las grandes empresas: el 83% comunica sus emisiones y el 51% especifica objetivos de reducción de emisiones para los próximos años, según el Carbon Disclosure Project 2009. Sin embargo, para entender lo que ha ocurrido y lo que puede pasar esta noche, el momento clave de la reunión internacional, es necesario aclarar algunos aspectos.
• ¿Qué se ha celebrado en Copenhague?La XV Conferencia Internacional sobre el Cambio Climático (COP15) pretende alcanzar un acuerdo global que apruebe y ratifique las medidas necesarias para sustituir el Protocolo de Kioto, que caduca en 2012. El objetivo es la firma de un pacto internacional que obligue a los países a reducir las emisiones de gases contaminantes y, por lo tanto, ralentizar los efectos del calentamiento global.
• ¿Quién ha participado en la cumbre?Alrededor de 20.000 delegados y expertos de los 192 países que forman la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (Cmnuc). Destacan, por su peso político, los jefes de Estado y de Gobierno de la zona euro, EEUU, China o India. Durante las negociaciones, han estado divididos en varios bloques: por un lado, los países de la UE, que han asumido el liderazgo de la lucha contra el calentamiento global y quieren la firma de un pacto.
Por otro lado, China y EEUU, que no buscan un acuerdo internacional que les obligue a modificar su planes de reducción de emisiones. En otro grupo, los 131 países del G-77 bloquearon las negociaciones: acusaban a los países desarrollados de no querer firmar un tratado que iba a afectarles económicamente. Consideraron que la cita internacional no ha tenido en cuenta la importancia de renovar los compromisos vinculantes cuando expire Kioto.
• ¿Cómo afectará a los negocios? En última instancia, todo depende de lo que se firme esta noche, si es que se llega a un acuerdo. Sin embargo, parece que las compañías europeas seguirán afectadas por la regulación que nace del plan 20/20/20: recortar las emisiones de dióxido de carbono (CO2) en un 20%, mejorar la eficiencia energética en otro 20% y que el 20% de la energía que consume proceda de fuentes renovables en 2020. El problema surgirá si, a última hora, en Copenhague, se llega a un compromiso, porque Europa tendrá que elevar el 20% a un 30%.
De esta manera, la incertidumbre planea sobre la industria que se ha desarrollado al calor del cambio climático y que incluye a las compañías de energías renovables, los negocios relacionados con el mercado del carbono o las consultoras especializadas en sostenibilidad. Cualquier acuerdo afectará a todos los sectores de la economía, porque las empresas tendrán que reducir emisiones y ser más eficientes energéticamente.
• ¿Cuándo se firmará un acuerdo internacional?Si la jornada de el viernes fracasa en la capital danesa, la incertidumbre será preocupante: habrá que esperar a la COP16, que se llevará a cabo el año que viene en México. El descalabro de Copenhague puede costar unos 350.000 millones de euros para recuperar el tiempo perdido y volver a la trayectoria inicial, según los datos de la Agencia Internacional de Energía (AIE).
• ¿Por qué es necesario?Porque el planeta puede permitirse, sin llegar al desastre social, natural y económico, unas emisiones de 7 gigatoneladas. Para evitarlo, los países desarrollados tienen que reducir su contaminación un 30% en 2020 y un 50% en 2050, respecto a la que había en 1990.
• ¿Cuál es la posición de España?España apuesta por un acuerdo en Copenhague, porque va en línea con las pretensiones del Gobierno de liderar la lucha contra el cambio climático durante la presidencia española de la UE en 2010.
Incertidumbre en la recta finalLa jornada de jefes de Estado estuvo el jueves marcada por las dudas sobre el futuro de la Cumbre del Clima. Ni siquiera la presencia del norteamericano Barack Obama consiguió desbloquear las negociaciones, que el viernes alcanzarán el final del viaje. Los ministros se han esforzado los últimos días para elaborar un texto que pueda ser ratificado por los líderes, pero hasta el momento, han fracasado en sus intentos por salvar las diferencias sobre cuánto deben hacer los países industrializados y los emergentes para reducir las emisiones de dióxido de carbono.
Mientras tanto, la propuesta danesa de dividir las negociaciones en grupos más pequeños para acelerar los avances se encontró con la oposición de los países pobres, apoyados por China.
El tablero de juego• EuropaLos países de la UE ejercen el liderazgo en la mitigación del cambio climático. Desde el principio, han buscado un acuerdo internacional. Bruselas mantendrá el plan 20/20/20 pase lo que pase.
• EEUUWashington tiene su propio plan de reducir las emisiones un 17% respecto a las de 2005 y ninguna intención de firmar un pacto en Copenhague: su programa todavía tiene que pasar por el Congreso.
• ChinaPekín también tiene su programa, pero se niega a que la reducción de las emisiones sea obligatoria y de verificación independiente por parte de algún organismo internacional.
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