jueves, 21 de enero de 2010

La cumbre de copenhague

Tras largas negociaciones, los Gobiernos de 25 estados alcanzaron un acuerdo de mínimos en la cumbre sobre cambio climático que fue en Copenhague.
Con la participación del presidente de Estados Unidos, Barack Obama, y el primer ministro chino, Wen Jiabao, líderes políticos de importantes países industrializados y emergentes llegaron a un compromiso, que apenas prevé limitar el calentamiento global a dos grados, aunque no es vinculante.
Sin embargo el presidente de Francia, Nicolás Sarkozy, anunció que en la próxima conferencia sobre clima de la ONU, a celebrarse en mayo en Bonn, deberán alcanzarse nuevos acuerdos. Según señaló, se acordó que hasta enero de 2010 todos los países deberán presentar sus metas nacionales para la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero.
El camino al acuerdo se soluciono el último día de la cumbre, en una reunión entre Obama, el primer ministro chino Wen Jiabao, el primer ministro indio, Manmohan Singh, y el presidente sudafricano, Jacob Zuma.
El último día de la cumbre en Copenhague estuvo marcado por un caos poco habitual en las negociaciones y los sondeos a puertas cerradas. De la delegación del primer ministro ruso, Dmitri Medvedev, que partió antes, trascendió que nunca antes se había vivido una cumbre tan mal organizada.
Obama llamó a la comunidad internacional a actuar: "El tiempo de las palabras ya pasó." En su discurso, llamó a las delegaciones a hacer un esfuerzo común y manifestó la disposición de Estados Unidos a negociar. Como segundo mayor productor de gases de efecto invernadero después de China, Estados Unidos está dispuesto a asumir su responsabilidad, aseguró.

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