lunes, 11 de enero de 2010

El Polo Ártico y el clima

Por el Dr. Luis Emilio Rendón Díaz Mirón
La capa de hielo en el Polo Ártico funciona como una especie de aire acondicionado para el sistema climático global. El hielo enfría el aire y la masa oceánica de agua juega un papel fundamental en la circulación de agua en el océano, además de reflejar al espacio mucha de la radiación solar recibida por la Tierra. Lo preocupante es que esta capa de hielo en dicho polo ha venido adelgazándose a una velocidad sorprendente.
Los científicos que desde el espacio estudian la cubierta de hielo, anunciaron que durante el invierno 2008-2009 se determinó el quinto máximo adelgazamiento de hielo. El espesor del hielo en el Polo Ártico empezó a medirse desde 1979 y los cuatro (más preocupantes) adelgazamientos de hielo han ocurrido entre los años 2004 y 2009 (ver gráfica).



Hasta ahora, la mayoría de la masa de hielo ártica había sobrevivido al menos un verano y, en algunos casos, varios. Sin embargo, las cosas están cambiando drásticamente. El hielo delgado temporal (hielo que se descongela y congela cada año) es ahora el 70% de la masa de hielo ártica, a diferencia del 40 y 50 % de los años ochenta y noventa. El hielo grueso, que dura varios años, es ahora sólo el 10%, cuando antes era entre el 30 y 40 por ciento.
En su extensión, según datos del Centro Nacional del Hielo y Nieve en Boulder, Colorado, EUA, la superficie máxima de hielo en el Polo Ártico alcanzó 15.1 millones de kilómetros cuadrados este invierno 2008-2009; es decir, 720,000 kilómetros cuadrados menos que la extensión promedio entre 1979 y 2000.
La medida de la extensión del hielo, aunque únicamente nos da información bidimensional de la capa de hielo, es de importancia para determinar la salud del Polo Ártico. Por otro lado, el espesor importa más porque refleja la salud de la capa de hielo: cuando es demasiado delgado, difícilmente resistirá el descongelamiento en el verano.
El hielo ártico crece cada invierno durante la larga e intensamente fría noche polar. Algo del hielo se desgaja y es impulsado fuera del polo por fuertes corrientes de viento polar; parte se descongela en el verano y, finalmente, el hielo más grueso y de más antigüedad resiste hasta el siguiente ciclo anual.
El espesor del hielo ártico es muy difícil de medir de manera directa, por ello existen sólo estimaciones de los datos. Recientemente, investigadores de la NASA generaron el primer mapa de datos sobre el espesor del hielo en la totalidad de la cuenca del ártico.
Con estos datos estimaron que el volumen invernal promedio de hielo ártico contiene suficiente agua para llenar conjuntamente los lagos Michigan (4,918 km cúbicos de agua, rodeado por los estados de Indiana, Illinois, Wisconsin y Michigan, EUA) y Superior (12,232 km3 de agua), colindante con Ontario, Canadá; y con Minnesota, Wisconsin y Míchigan, Estados Unidos de América.
Recapitulando, el hielo más grueso y de mayor antigüedad disminuye y está siendo reemplazado por hielo nuevo y delgado, más vulnerable a los deshielos veraniegos. Se estima que, en promedio, del hielo nuevo tiene cerca de dos metros de espesor, mientras que el hielo grueso y viejo puede tener cerca de tres metros de espesor.
Con esta exposición de datos sobre la extensión y espesor del hielo ártico, se pretende tener un mejor entendimiento de la sensibilidad y vulnerabilidad de esta cubierta de hielo ártico ya que, como con anterioridad se mencionó, es lo más cercano que tenemos a un aire acondicionado.

No hay comentarios:

Publicar un comentario