Cómo plantear el problema del cambio climático?.
Lo que sí es cierto es que nos estamos equivocando, que nos hemos estado equivocando anteriormente y que, como sigamos así nos equivocaremos hasta límites muy drásticos.
Lo que sí es cierto es que una importante cantidad de personas pasan olímpicamente de este tema y empezando por mí mismo. Queremos coches, electricidad, climatización, plásticos, polímeros, pieles sintéticas, industrias, comercio, aviones, y más y más para nuestra comodidad entrecomillada.
Queremos estar en los primeros puestos del ranking de los paises industrializados porque los asociamos a los más civilizados. Queremos papel, madera para muebles, tejidos tratados con sulfúrico, abonos tratados con amoníaco, cigarrillos tratados con vaya usted a saber qué, queremos hilos e hilos de cobre para nuestros ordenadores, portátiles, móviles.
Queremos detergentes para nuestras lavadoras, metales para nuestros frigoríficos.
Queremos petróleo, quien tiene petróleo es rico. Eso dicen las estadísticas de no se cual empresa de análisis.
No sé cuando ni por qué evolucionamos y abandonamos la aldea neolítica donde se presupone que habíamos alcanzado el nivel suficiente de belleza y felicidad, el equilibrio que nos aportaba la suficiencia de nuestras necesidades y recursos. Pero queríamos más.
Inventamos el excedente de producción, ya sabe usted, "no vaya a ser que...", inventamos al hombre que comenzó a producir por encima de sus necesidades. Inventamos el consumismo y la idea de que hay que desear y adquirir lo que no se necesita.
Inventamos nuestro clima particular y en algún momento, este, el nuestro, colisionó con el que de verdad es natural. O, por desgracia, y teniendo en cuenta que también nosotros somos naturales, y por tanto, nuestras producciones artificiales también son naturales, y que por ello, e irreversiblemente, hagamos lo que hagamos influirá en nuestro medio natural. Lo que hagamos o dejemos de hacer será en la naturaleza, sí, esa naturaleza que "concientemente" la estamos modificado hacia no se sabe donde.
Pero, salvo que estemos rabiosamente en un estado de egoismo sin límites, por favor, pensemos en los demás, pensemos en los que estarán dentro de unos 50, 100, 1000 años. pensemos en nuestro planeta como el único y mejor bien que tenemos, la ficción para luego. Porque si no, el acido nítrico que viene de la lluvia ácida, el rayo UV que viene de la alteración de nuestro ozono, el carbón del pinar quemado, y los mosquitos de las ciénagas de los semidesiertos crecientes, nos comerán vivos.
Tenemos un problema, y es un problema muy grave. Y cuanto menos, merece pararse un tiempo, meditarlo, pensarlo. La cultura no es saber, la cultura es saber estar, saber respetar.
